LECCIÓN 306
El regalo de Cristo es lo único que busco hoy
Recuerda la idea. Permanece con Dios, deja que Él te ilumine.
Utiliza la idea del día como una llamada a Dios y desaparecerán todas las tentaciones.
1. ¿Qué otra cosa sino la visión de Cristo querría utilizar hoy cuando me puede conceder un día en el que veo un mundo tan semejante al Cielo que un viejo recuerdo vuelve a aflorar en mi conciencia? 2Hoy puedo olvidarme del mundo que fabriqué. 3Hoy puedo ir más allá de todo temor, y ser restaurado al amor, a la santidad y a la paz. 4Hoy soy redimido, y vuelvo a nacer en un mundo misericordioso y solícito; un mundo lleno de bondad en el que reina la paz de Dios.
2. Y de esta manera, Padre nuestro, regresamos a Ti, recordando que nunca nos ausentamos; recordando los santos dones con los que nos has agraciado. 2 Venimos llenos de gratitud y aprecio, con las manos vacías y con nuestras mentes y corazones abiertos, pidiendo tan sólo lo que Tú concedes. 3Ninguna ofrenda que podamos hacer es digna de Tu Hijo. 4Pero en Tu Amor se le concede el regalo de Cristo.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
http://www.ivoox.com/lecciones-curso-milagros-306-audios-mp3_rf_9408720_1.html
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INSTRUCCIONES PARA LA PRÁCTICA
Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
de Robert Perry y Allen Watson
LECCIÓN 306 - 2 NOVIEMBRE
“El regalo de Cristo es lo único que busco hoy”
Propósito: Dar los últimos pasos a Dios. Esperar a que Él dé el último paso.
Tiempo de quietud por la mañana/ noche: Tanto tiempo como sea necesario.
- Lee la lección.
- Utiliza la idea y la oración para dar comienzo al tiempo de quietud. No dependas de las palabras. Utilízalas como una sencilla invitación a Dios para que venga a ti.
- Siéntate en silencio y espera a Dios. Espera en quieta expectación a que Él se revele a Sí Mismo a ti. Busca únicamente la experiencia de Dios directa, profunda y sin palabras. Estate seguro de Su llegada, y no tengas miedo. Pues Él ha prometido que cuando Le invites, vendrá. Únicamente pides que cumpla Su antigua promesa, que Él quiere cumplir. Estos momentos de quietud son tu regalo a Él.
Recordatorios cada hora: No te olvides.
Da gracias a Dios por haber permanecido contigo y porque siempre estará ahí para contestar tu llamada a Él.
Recordatorios frecuentes: Tan a menudo como sea posible, incluso cada minuto.
Respuesta a la tentación: Cuando te sientas tentado a olvidarte de tu objetivo.
Lectura: Antes de uno de los momentos de práctica del día.
- Lee lentamente la sección “¿Qué es?”.
- Piensa en ella durante un rato.
Observaciones generales: Ahora, en esta parte final del año que tú y Jesús habéis pasado juntos, empiezas a alcanzar el objetivo de las prácticas, que es el objetivo del Curso. Jesús está tan cerca que no puedes fracasar. Has recorrido una gran parte del camino. No mires hacia atrás. Fija la mirada en el final del camino. No habrías podido llegar tan lejos si no te hubieses dado cuenta de que quieres conocer a Dios. Y eso es todo lo que se necesita para que Él venga a ti.
Comentario
A menudo estas lecciones del final del Libro de Ejercicios me dicen que puedo entrar en el mundo real hoy.
Hoy puedo olvidarme del mundo que fabriqué. Hoy puedo ir más allá de todo temor, y ser restaurado al amor, a la santidad y a la paz. (1:2-3)
Y es verdad. Si el “mundo tan semejante al Cielo” (1:1) es verdaderamente real, entonces existe ahora, y puedo entrar en él en cualquier instante que quiera hacerlo.
Sin embargo, para mí y muchos otros, estas lecciones parecen hablar desde una posición ventajosa que está más allá de nuestro alcance habitual. La mayor parte del tiempo, no siento que estoy a punto de alcanzar el final del viaje, ¿y tú? Pienso que me gustaría dejar atrás todo el miedo, pero no ha sido ésa mi experiencia más frecuente hasta la fecha. Únicamente en algunos pocos instantes santos. Quizá por eso las lecciones parecen un poco difíciles. Pero realmente, no lo son.
La lección de hoy supone un estado bastante elevado, dice que el regalo de Cristo es lo único que “busco” hoy. Si lo estoy buscando, no lo poseo totalmente de manera consciente. Entonces la lección me recuerda que hoy puedo olvidar el mundo, hoy puedo dejar todo el miedo y ser restaurado al amor. Me recuerda que en el centro de mi ser, esto es lo que quiero. Consciente de que todavía no estoy ahí, necesito que se me recuerde que la meta que busco es completamente posible y no un sueño que no sirve para nada.
Sin embargo, es más que eso. Uno de los medios que el Curso propone para nuestra salvación es el instante santo. En palabras sencillas, el instante santo es un corto intervalo de tiempo en el que permito que mi mente entre en el mundo real, para alcanzar otro estado mental (ver T.27.IV.2:1-4) que, de hecho, es mi estado natural tal como Dios me creó. Puede que todavía tenga demasiado miedo para abandonarlo completamente, pero puedo hacerlo durante unos pocos minutos al menos, en este mismo instante, olvidar el mundo y abandonar el miedo para sentir la paz del Cielo, un vistazo a la luz del Cielo. Puedo hacer esto repetidas veces durante el día. Hoy, entonces, puedo olvidar el mundo y dejar a un lado el miedo, aunque sólo sea durante un segundo o dos.
Puede que no consiga mantener ese estado mental. Pero puedo saborearlo. Puedo traer la visión de lo que he visto y de lo que he sentido en él. El Curso dice que sólo en muy pocos casos se puede mantener ese estado, incluso Jesús al comienzo del Curso dijo que escuchar sólo la Voz de Dios fue la última lección que él aprendió, y eso con un gran “esfuerzo, así como un gran deseo de aprender” (T.5.II.3:9-11). No tenemos que desesperarnos por ello, y no deberíamos. Los cortos instantes son todo lo que necesitamos para garantizar que finalmente, cuando estemos totalmente preparados, tomaremos esa decisión final y elegiremos al fin no apartarnos del amor. Ese final es seguro. Por ahora podemos estar contentos con el hecho de que estamos sanando, estamos aprendiendo, estamos alimentando nuestra atracción a Dios, y que finalmente nos llevará todo el camino al hogar.
¿Qué es el Segundo Advenimiento? (Parte 6)
L.pII.9.3:2
En el Segundo Advenimiento todas las mentes se ponen en manos de Cristo, para serle restituidas al espíritu en el nombre de la verdadera creación y de la Voluntad de Dios. (3:2)
Continuación de la Parte 4 de la lista de descripciones del Segundo Advenimiento:
- El Segundo Advenimiento es entregarle todas las mentes a Cristo (3:2)
El Segundo Advenimiento es un acontecimiento global, en el que participan todas las mentes. Una a una, cada vez más, las mentes entran en el reino de la verdadera percepción y ven el mundo real, mostrado por el perdón. Cada mente que ha sido nuevamente restaurada atrae a todos los que están a su alrededor para que se unan en el Círculo de la Expiación hasta que el último fragmento de mente se haya unido al Todo (o más correctamente, cada fragmento reconozca su lugar como parte del Todo). “La salvación reinstaura en tu conciencia la integridad de todos los fragmentos que percibes como desprendidos y separados” (M.19.4:2). El Segundo Advenimiento es la culminación de este proceso.
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