Siempre he sido un corazón inquieto... y mi experiencia vital se ha enriquecido de muchas maneras...
La formación académica en educación social y psicopedagogía, me ha enseñado a entender ciertas maneras de comportarnos a nivel mental.
Las enseñanzas de la filosofía, el budismo, el hinduismo, el chamanismo, el sufismo, el sikhismo, el cristianismo y las prácticas de la contemplación: meditación, tai chi, chi kung, yoga, zen, giro derviche, canto devocional…, me han enseñado a comprender la importancia de la quietud de la mente y la sacralidad del espacio interno.
La formación en biodanza, reiki, canto... y los encuentros de danzas y cantos del mundo, danzas de paz universal, 5ritmos, liberación de la voz, expresión creativa, ecstatic dance, niña interior, clown, constelaciones familiares, autoconocimiento, leyes herméticas, geometría sagrada, numerología, un curso de milagros, bioneuroemoción, sincronario maya, diseño humano, eneagrama..., me han enseñado a conectar con la emoción/energía, y a comprender su importancia en nuestra evolución y en la cocreación consciente de nuestra realidad.
Y a través de mi labor con personas, sobre todo con los mayores y los bebés, he descubierto que el enfoque holístico -que considera al ser como un todo: cuerpo, mente y espíritu- es el que nos ayuda a reconectarnos con nuestra naturaleza y nuestra esencia luminosa-amorosa.
He aprendido a desaprender. He comprendido que el cambio/evolución/despertar empieza por un@ mism@ y a través del Amor, y que el viaje lleva a un único destino: nuestro Corazón.
Mi camino está siendo un proceso de integración y de transformación a cada instante: la inquietud espiritual es el denominador común, y mi anhelo de compartir y compartirme en la Alegría, en el gozo de la Unión, es ahora el motor de mi Vida.
¡Confío! :D
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